top of page

El título de la exposición corresponde a la expresión nordestina brasileña de cometer desorden o anarquía. Este término puede encajar a la perfección en lo que el artista brasileño Léo Amorim, entiende que es su obra, y lo que despierta en nosotros como espectadores. En sus obras queda patente una anarquía onírica, en la cual lo figurativo y lo abstracto acaban teniendo una relación simbiótica, en la que cada elemento depende del otro para su supervivencia en el lienzo y en la comprensión sensorial del que mira.

 

En la actualidad, nos encontramos en un momento en el que la aceptación e integración de los artistas brasileños en el panorama internacional es un hecho, en el que el tropicalísmo es aceptado como un movimiento autóctono, en el cual Tarsila do Amaral es una figura clave en la historia del arte y el arte expandido es una realidad, gracias a la liberación de las fronteras mediante internet. Nos encontramos con una frescura de géneros, técnicas y movimientos de artistas do Brasil que solo se logra bebiendo, por un lado de esa independencia artística de finales del siglo pasado, de la superación del academicismo europeo y de la preocupación de combinar la cultura popular con las fórmulas de la vanguardia. En este sentido, los artistas brasileños nacidos en los setenta supusieron un boom en el cambio de la concepción artística, al plantear materiales no convencionales y la invitación al espectador a participar en la obra.

 

Bagunçar o coreto.

LÉO AMORIM

COMISARIADO DE ARIADNA RUIGO

En este contexto surge la obra de Léo Amorim. Artista joven, bahiano de nacimiento y con residencia en Paraty (Rio de Janeiro). Por su carácter multidisciplinar y su concepción de la actividad artística, como una acción transversal, ha trabajado con diversas expresiones creativas, entre las que destacan la pintura, el grabado, el grafiti, además de la música y la arquitectura, disciplina que estudió en la Universidad Federal Fluminense de Rio de Janeiro.

 

Serie de grabados a color sobre la música:

 

En sus obras, refleja su interés por destacar la composición de los colores, algo que siempre pretende llevar a colación en sus piezas. En este mismo sentido, los colores juegan un importante rol en cada una de las obras, ya que le permiten crear un entorno de ensoñación, en donde la figuración y lo abstracto quedan mixturados.

 

Existen muchos estilos de artes en la ciudad (Paraty), desde pintores abstractos a ceramistas figurativos, lo que me permitió no limitarme y buscar un lenguaje propio.

 

Tanto en la temática como en la técnica, Amorim trata de mezclar elementos. Extrapola, a un lienzo, composiciones y técnicas que bien podrían estar en una pared de las ciudades de Rio de Janeiro o de Sao Paulo. En él se aprecian los acrílicos y óleos, pero también rotuladores o diseños a bolígrafo, aunque posteriormente quede todo entremezclado, esto le facilita el juego de elementos encadenados en los que se encuadra su obra onírica. Un buen ejemplo de ello es que, en el caso de su obra “Saravá da Corte” utiliza el spray en algunos elementos de la pieza. Así pues, Amorim ve en el spray una buena herramienta, y en el grafiti la técnica para entablar una relación entre el arte, el espacio público y urbano, y la ciudadanía. En este sentido, podemos señalar que ha bebido de grafiteros nacionales de especial relevancia como Eduardo Kobra, Os Gêmeos, Derlon, Cranio, Mundano y Arlin, entre otros.

 

Y es que en el repertorio iconográfico del artista hay una concomitancia entre la temática y la técnica grafitera. Amorim, presta especial atención a la música, la naturaleza y la figura humana, que pueden aparecer por separado, pero normalmente se encuentran entremezclados, así como una nueva vía que ha empezado a explotar actualmente, la crítica política y social, debido a las tensiones sociales que se han vivido en el país desde 2013. Esa conciencia crítica en cuanto a  la sociedad brasileira y sus políticas, quedan reflejadas en trabajos en los que el individuo fagocita al entorno o, en caso contrario, queda aplastado por el maremágnum de elementos a los que debe de hacer frente.

 

En este contexto, la obra de Léo Amorin se entiende desde el Surrealismo, aunque no buscaba en la pintura la perfección estética del surrealismo (...). En la búsqueda de la representación de los sueños, encontró el término medio en la figuración y lo surrealista, convirtiendo estas dos características en su seña de identidad, porque (…)qué sería la realidad sin un poco de sueño.

 

Ariadna Ruigo

 

Febrero 2016.

 

Biografía:

 

Léo Amorim, artista millennial, nacido en 1989 en Bahia y criado en Paraty (Rio de Janeiro). Arquitecto de profesión, pero también músico, pintor, fotógrafo… Se ha cridado en un ambiente familiar muy artístico, en una de las localidades con mayor carácter creativo del estado de Rio de Janeiro. Con quince años inició lo que sería su principal campo de creación: el diseño y la pintura. Influenciado por artistas como Basquiat, Keith Haring y el arte urbano, comenzó a concebir su proprio medio de creación y estilo. Mediante sus viajes por diversos países latinoamericanos, europeos y por el propio Brasil ha conseguido crear un repertorio visual extenso, el cual ha sido muy útil a la hora de diseñar sus arquitecturas y obras plásticas.

Ha realizado exposiciones individuales en el SESC de Paraty, y ha llevado a cabo acciones urbanas mediante el grafiti con el colectivo artístico +ART.

bottom of page