top of page
Exposición

Riddles.

VIVEKA GOYANES

COMISARIADO DE PATRICIA MARTÍN LORENZO

óseos y capilares que sólo se revelan bajo la observación atenta, bajo la incidencia directa de la luz o tras el desgaste por el uso. Las manos que sujetan estos objetos, adoptan gestos elocuentemente religiosos, bendicen y enarbolan los jabones como si de atributos mártires se trataran.

 

Si Soap esconde huesos en su interior no es menos halagüeño el contenido de Powder, dos polveras presentadas como un gif que guardan cenizas en lugar de maquillaje.

 

Shroud representa el vestido y sin embargo, las obras que conforman esta serie no son prendas que pudieran ser usadas. Se trata de cinco piezas textiles diseñadas expresamente monstruosas, pensadas desde el principio para ser desechadas, enterradas y recuperadas más tarde de la tierra.

 

Para comprender tanto su morfología –que podemos vincular formalmente con la colección s/s 2013 de Comme des Garçons- como su aspecto final –tejidos degradados que parecen rescatado una tumba debemos asumir la voracidad y velocidad con que las tendencias de moda se auto-fagocitan. Cada prenda de ropa nace para ser consumida y desechada en un transcurso temporal cada vez menor.

 

La indumentaria de cada temporada se convierte en nuestra piel de muda, en la crisálida que debe abandonarse para renacer una y otra vez en un proceso de metamorfosis continuo y una vez mudada esa “piel muerta” parece natural desecharla.

 

Esas capas de piel esconden al fin y al cabo una pequeña parte de nuestro “yo” pasado y solapadas y entremezcladas pueden trazar un mapa deforme de nuestras múltiples personalidades.

 

La serie Relics equivale a la fase de adorno, cinco collares cuyas fotografías, pensadas para formato postal, se mueven entre la fotografía de moda y las estampas de oración. Estas imágenes se apropian del repertorio iconográfico cristiano para presentar una particular y siniestra colección de accesorios: reliquias conformadas por tejidos, huesos de mascota o lágrimas enjugadas y que funcionan, banalizados, como memento mori portátiles.

 

Inminet mors es el punto final del ritual, la confrontación con el espejo tras el acicalamiento, el vestido y el adorno. Frente a él tan sólo constatamos el fracaso preanunciado de nuestro esfuerzo por retener la belleza y la caducidad de nuestra propia existencia se nos revela mediante un irónico guiño a Kubrick, en el que la sangre es suplida apropiadamente por el carmín.

 

Un lema aciago que se destapa una mañana cualquiera, ante un espejo cualquiera, pero con una certera fatalidad.

 

Patricia Martín Lorenzo

El discurso de Viveka Goyanes (A coruña 1981), a cuyo universo creativo pertenece RIDDLES, centra sus indagaciones en el papel que la indumentaria juega en el comportamiento humano a nivel individual y social. La persecución de la belleza, la preocupación por la moda a través de la historia o capacidad de transmutar personalidades y personajes a través de la vestimenta, han sido constantes a lo largo de toda su trayectoria.

 

Su registro expresivo se mueve desde el diseño de moda creando su propia firma “Amoelbarroco” hasta el vídeo, la fotografía o la instalación e igualmente nutrido es su bagaje de influencias que oscilan desde las manifestaciones históricas del arte a corrientes estrictamente contemporáneas.

 

A priori no parece haber un nexo coherente en unas influencias que se mueven entre Leigh Bowery y Óscar Wilde, entre Tim Walker y Adriaen van Utrech, pero Viveka Goyanes posa la vista en cualquier atisbo de barroquismo que detecte a su alrededor entendiendo lo barroco no como periodo histórico sino como manifestación atemporal de lo sublime, lo violento, lo pasional y lo irracional.

 

En términos nietzscherianos podríamos enmarcar todos los autores citados y con ellos también a la obra de Viveka, como manifestaciones dionisiacas, opuestas a lo apolíneo, declaradamente “anticlásicas”.

 

Y sin embargo, dicho anticlasicismo, se traduce en imágenes cada vez más depuradas que exploran la capacidad expresiva del textil y de los materiales orgánicos y que prescinden de cualquier elemento de relleno que pueda distraer la atención de un mensaje tan bello como inquietante.

 

Los elementos de adorno corporal -ya sean prendas o accesorios- se convierten en RIDDLES, en los protagonistas de una liturgia cotidiana: la rutina de embellecimiento convertida en un ejercicio ceremonial de construcción y deconstrucción de un personaje que se caracteriza diariamente.

 

Ese ritual cumple cada día varios estadios: cosmética, vestimenta y accesorios y cada uno de esos pasos ceremoniosos van delatando gestos funestos que no hacen más que manifestar la propia inutilidad del ritual frente a la realidad brutal de la muerte.

 

Piezas: La muestra se articula en torno a tres series de cinco piezas, un gif y una imagen final que sirve de colofón. Cada serie hace alusión, a su vez a una de las fases del embellecimiento anteriormente mencionadas. Es importante reseñar que las obras se presentan como una duplicidad: por un lado funcionan como objetos exentos y a la vez generan fotografías o gifs que también pueden entenderse como obras.

 

Soap supondría el primer estadio del ritual, el acicalamiento. Se concreta en cinco jabones que esconden en su interior restos .....

SOAP

POWDER

SHROUD

RELICS

bottom of page