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Escritores

Miroslava Orozco

Historiadora del arte y crítica de arte, residente y original de México, lugar desde, y del cual nos destripará el ambiente cultural más inmediato y efervescente.

 

 

1 Chilango, Fernanda López, “Para comprar en Zona Maco 5 objetos.” 10 de Abril 2013.

 

2 MONSERRAT, Gali; El arte en la era de los movimiento de comunicación, Libros de Fundesco, 1988, p. 35.

 

3 Farenheit, Georgette Valentini, “Zona Maco 2013, Patrocinador oficial y guardián del tiempo” 17 de Abril 2013.

 

4 Coool Hunter Mx “Zona Maco 2013: 10 años”

 

5 El País, Roberta Bosco, “Zonas Maco marca el paso artístico” 12 de Abril 2013.

 

6 Boom 7 José Luis H., “Lo peor de Zona Maco” 15 de Abril 2013.

 

7 Proceso, Blanca González Rosas, “Arte: Zona Maco 2013” 19 de Abril 2013.

No todo es lo que parece y no todo es lo que dicen que es

 

En semanas pasadas en la ciudad de México se vivió el fenómeno Zona MACO, que fue bien recibido por diferentes públicos que acudieron al suceso; así también se hicieron presentes patrocinadores y diversas empresas, como del mismo modo publicaciones especializadas en arte y otras que no lo eran tanto.

 

Localizándome allí, visualicé las obras artísticas, escuché diversidad en precios e igualmente me percaté de las heterogéneas opiniones. Por tanto recapacité que hoy el mundo debe comprenderse con su emergente sociedad globalizada, la cual tiene su gran característica: la pasividad en la mayor parte de su población, así como también que ésta tiende a regirse por los medios masivos de comunicación; los cuales se encuentran engullidos en el capitalismo globalizado. Con ello podríamos empezar a preguntarnos qué tanta influencia ejercen estos medios en la opinión plural sobre la concepción que se tiene del arte contemporáneo y la industria alrededor de él.

 

Los medios masivos como el periódico, la radio, la televisión y por supuesto el internet dirigen criterios que influyen en la percepción de nuestra actualidad y por tanto, del arte. Es aquí donde la apreciación a las obras se vuelve aún más compleja que en décadas pasadas, pues con la enorme industria comunicativa y por tanto la influencia de la misma entre la mayoría, se forja una idea precisa de cómo concebir al arte. La televisión es el medio infalible por excelencia para llegar a un gran número de población, pero otro que no debe de olvidarse es el Internet, puesto que en la última década se ha forjado como una herramienta vital de comunicación, donde se generan diversos argumentos y criticas en contra o en pro del arte contemporáneo, pudiendo también concebir buena o mala información para éste. Ejemplo de la diversidad de opinión forjada en la red retomaremos lo que se escribió en un artículo online referente a Zona MACO, éste escribió que “Comprar arte… no es sólo tener estatuas raras, bonitas, pero inservibles. También es tener objetos útiles para la vida diaria donde además tengan valor estético…” (1) Este argumento se destaca por la percepción que se le otorga al arte, dictaminándolo como algo raro/bonito pero inservible, e inclusive este comentario peca de profanar la delgada línea que divide al arte del diseño hoy día. Por tanto lo que se cree que debe de ser arte, bien pudiera estar conformado por el cristal de muchas opiniones ajenas a nosotros. Cabría bien señalar que todos los argumentos son visiones de quien los escribe y, que igualmente, pudieran dirigirse hacia una dictaminada publicación la cual tendrá un objetivo específico o una perspectiva determinada que le interese acentuar.

 

El artista y su arte se enfrentan entonces a predisposiciones impuestas y ajenas, criterios  que permutan entre el individuo-receptor y la obra artística se hacen presentes, determinados por los medios masa que se encuentran al alcance de todos y que por tanto; a su vez paradójicamente, son los que hacen llegar las nuevas propuestas artísticas al público; y aquí es donde todo se trastorna y se vuelve complejo. Diría Monserrat Gali “Preocupa que… los medios masivos de comunicación en lugar de resolver las dificultades en que se mueve el arte actual hayan contribuido a acentuarlas; por una parte no promueven la participación activa y colectiva del arte; por otro, en lugar de estimular la creatividad tiende a adormecerla.” (2)

 

El arte contemporáneo es complejo y se torna aún más, si es que los medios masivos confieren parámetros de opinión según sus intereses. Paradójico resulta que en esta era de la comunicación estemos menos informados que nunca, o que en su defecto estemos mal informados, recayendo en que hoy día la credibilidad se basa más en la fuente o en el emisor que por los elementos argumentativos en los que está fundada la información. A lo que bien debemos sumarle que muchas de las publicaciones, programas televisivos o de radio, así como páginas o blogs en la red, tiene patrocinadores; por lo cual los medios masa se une de esta forma al orden económico imperante, que debe tomarse en cuenta y no debe olvidarse, pues muchos de los parámetros actuales que tenemos en cuanto a arte se refiere, son insertados por la economía y sus conveniencias a través de los medios y los líderes de opinión.

 

Para acentuar lo ya dicho, retomamos a la feria Zona MACO, destacando que pocas fueron las publicaciones electrónicas que tuvieron una crítica nociva hacia ésta y al contrario, muchas se mostraron en pro de la feria. Para muestra el portal de la revista Farenheit dictaminó a MACO como “… la feria más importante de América Latina…” (3) o el portal online Coool Hunter Mx la dilucidó “… como la primera y la única gran referencia latinoamericana para el arte contemporáneo…” (4); el blog el País diría “El circuito de las ferias de arte en el continente americano se consolidan en Zona Maco…” (5). Cabría bien saber en qué se basan estas publicaciones para sostener lo dicho, así como los parámetros de calidad para formular estos argumentos. Retomando estas ideas podríamos decir que Zona MACO, no es la única feria de arte que se efectúa en esta parte del mundo, puesto que eventos de este tipo hay en Argentina, Colombia, Brasil y recientemente en Perú; cada uno de estos eventos con diferencias entre sí; por ejemplo la feria mexicana cuenta con un mayor número de galerías, pero su número de visitantes es menor que la feria de arte en Argentina y; en comparación con otras ferias del globo, lleva menos años de recorrido. Por tanto para enunciar los criterios anteriormente citados y publicados en la red, se tendría que formular una investigación ardua de las ferias latinoamericanas. Concebimos de esta manera que los medios escriben y publican sin fundamentar sus argumentos, lo que trae como consecuente que sus bases de información sean parcas, guiándose por elementos ensombrecidos. Aún así estas publicaciones son tomadas como verídicas por la mayoría de sus lectores interconectados en la red, pues como ya se dijo, en muchas ocasiones el receptor se guía por la fuente o por el emisor, sin criticar las bases de lo publicado. La realidad es que todo artículo online o no, debe tomarse como una opinión más, una perspectiva y no como una verdad irrefutable.

 

Continuando con lo anterior; como ya se dijo, contadas fueron las publicaciones online que no alabaron a la feria de arte en México, ejemplo fue el blog Boom7 quién diría que “MACO es un lugar aburrido, lleno de gente horrible y sólo fingimos que nos gusta porque es arte y no queremos parecer incultos” (6) Así también la revista Proceso en la red; un poco menos arriesgada y dura, dijo que la feria Zona Maco era “Dispareja e inclusive errática en algunas ediciones…” (7). 

 

Hasta aquí se han mostrado dos posturas, una a favor y otra en contra, con el firme objetivo de proyectar las diversas opiniones que se pueden suscitar en cuanto a un solo evento. Los autores de dichos artículos están en todo su derecho de ejercer su libre opinión; la problemática inicia cuando lo dictaminado por ellos se toma como absoluto; lo que es muy común en la sociedad global mayoritariamente pasiva, adjudicando con esto un problema para la obra artística, pues se tiene que enfrentar a un público predispuesto; por lo que entonces convendría en este asunto que los receptores erradicaran juicios externos, definiendo gustos propios sin que estos sean dictaminados o moldeados por otros.

 

Ahora bien, cabe destacar; como ya se dijo, que claramente esto afecta al arte debido a que todo ello es su mundo, es su entorno alrededor de él, pero se debe considerar y no olvidar que ello no es la obra misma; por tanto, en esta era contemporánea donde se viven economías desgarradas, cambios sociales y políticos, el arte actual se enfrenta al contexto donde emerge; y por ende la sociedad como receptor de este arte, debería de reciclar opiniones ajenas; ya sean a favor o en contra antes de acudir a un museo, galería, feria o bienal, porque no todo es lo que parece y no todo es lo que dicen que es.

 

Miroslava Orozco

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