Los museos, el arte y el hoy

 

El pasado 18 de Mayo se vivió en los cinco contenientes del globo el día internacional del Museo, el cual se festeja desde 1977, dicha fecha conmemorativa fue creada por el Consejo Nacional de Museos (ICON). La capital de la ciudad de México no fue la excepción a dicha celebración y se sumó a ésta destinando diversos eventos.

La propaganda y publicidad que se desplegó para informar de las actividades desarrolladas para la celebración, debe decirse fueron casi nulas. El medio comunicativo por excelencia: la televisión; dedicó una mínima parte de su tiempo para dar informes sobre el dicho día y sus actividades, contrario a la red: Internet; puesto que se hicieron presentes diversas notas y artículos, así como menciones en las redes sociales.

Para conmemorar este día internacional se formularon varios eventos, como lo fueron conciertos, visitas guiadas, talleres y en algunos casos, entradas gratuitas a todo público, también se desplegaron rutas de transporte gratuito en la zona sur, centro y poniente de la capital, para que toda persona que así lo deseara, acudiera a visitar las diferentes instalaciones museográficas. La pregunta es ¿Acudió un gran número de población a dicha celebración, se informaron, tuvieron interés? ¿Hubo concurrencia en los museos que tienen un acervo de arte contemporáneo?

Hoy, el Museo en México es una institución altamente reconocida; la cual tuvo sus primeros pasos en las recolecciones inicialmente de índole religioso, que se albergaban en iglesias y conventos con la finalidad de conocer a las antiguas culturas precolombinas. Sería hasta la era del Porfiriato cuando se desplegó una amplia gama de construcción museográfica con el objetivo de educar a la población vasta, con base en la doctrina educativa que traía consigo el período de paz de finales del siglo XIX. 

Actualmente y en pleno siglo XXI, en la metrópoli mexicana se cuenta con 151 museos oficiales y extraoficialmente con más de 200; los temas de estos patronatos son variados: tecnología, época colonial, moderna, contemporánea y otros más conforman los contenidos mostrados en los diferentes recintos. Entre los acervos que se presentan de arte actual tanto temporales como permanentes, se cuentan distintas instituciones como el Museo de Arte Carrillo Gil, de Arte Moderno, el Museo Universitario el Chopo, el Museo Tamayo, El Eco, El MUCA, Museo Universitario de Arte Contemporáneo y el Museo de Arte Alameda, por mencionar algunos. El 18 de Mayo del año en curso, estas instituciones se sumaron al festejo e incluyeron actividades a su cotidianidad.  Lo lamentable es que insuficiente fue el público que acudió a la solemnidad; ya fuera por falta de información en los medios de comunicación o por simple desinterés aquellos que acudieron fueron pocos, y los que asistieron a los museos esa fecha, poco enterados estaban de que era un día de celebración internacional para las instituciones mencionadas. Con ello tampoco se pretende generalizar y por tanto procurar que toda la población mexicana se encontraba ignorante al día internacional del Museo, pero la realidad es que muy escasa gente lo celebró.

Así los Museos de arte contemporáneo vivieron el obstáculo que se conformó con la poca publicidad e información general que se manejó al respecto. El día internacional del Museo como otros días en el año, estas instituciones recreativas y educativas que manejan la plástica contemporánea se confrontaron así, con aquellas personas que tenían realmente interés en las exposiciones, las curiosas, las despistadas y por todos aquellos que se niegan al arte actual. Estos últimos son de vital relevancia pues en las últimas décadas en México poco gusto se le ha tomado al arte ya dicho. Aquí la cuestión es ¿Por qué los ciudadanos mexicanos se deciden por los museos que tratan temas nacionalistas, que albergan obras de reconocidos maestros de la plástica, por los interactivos, así como los científicos, y pocos son los que acuden a las instituciones de arte contemporáneo?

La idea formulada de poco entendimiento y complejidad para con las obras contemporáneas es una realidad. Se tiene la idea de que éstas son tan confusas que sólo unos pocos conocedores pueden llegar a comprender al artista, concibiendo con ello un círculo cerrado alrededor del arte contemporáneo y su industria. La renuencia que se presenta en México hacia este tipo de arte, es una constante, los museos que manejan esta índole temática se presentan con excelentes curadurías, artistas de relevancia nacional e internacional, y es de esta forma como siguen luchando contra un público parco que no acude, o si bien asiste, no comprende mucho de lo que allí encuentra y ve, teniendo como consecuencia malas visitas; y con esto se quiere decir que la gente que acude a las exposiciones lo hace de manera rápida, desinteresadamente o en su defecto, predispuestas a no entender las obras actuales por tener la idea de que éstas son “complejas”; todo esto sin generalizar, puesto que a pesar de que vivimos en una sociedad globalizada conformada por una mayoría y una minoría y que la generalidad de esta masa social es pasiva, no se puede decir que es completamente y en su totalidad no racionalista. Entonces cabría bien preguntarnos de donde nace esta idea errónea de que el arte es para unos cuantos, mostrándose algunos individuos remisos a la obra plástica de su tiempo, pues nuestra sociedad actual, forjada globalmente y moldeada por los medios de comunicación masivos está latente y, por tanto, no debe de pasarse por alto.

Se menciona a los medios de comunicación debido a que es gracias a ellos que la información debe llegar a las grandes masas poblacionales o eso al menos, es en teoría. La problemática inicia cuando no informan o mal informan. En cuestiones de la plástica, ésta se ha retomado para formular diversos comentarios acerca de la misma, con ello se ha conformando un público predispuesto hacia la obra contemporánea; donde los artículos publicados en periódicos, revistas, blogs online,  notas televisivas o radiofónicas, así como los emisores de las mismas, formulan una idea ajena al individuo, y aquí es donde el arte debe comprenderse no como una experiencia artística directa, sino como todo lo contrario.

La realidad es que el arte contemporáneo y la percepción que se tiene de él se ve influenciada por criterios ajenos. Siendo con ello que en nuestro tiempo el arte se integra a un juego mediático de doble filo, por un lado los medios de comunicación son vitales para todos aquellos artistas emergentes, dado que pueden darse a conocer por los mismos; y por otro lado, la tergiversación que puede darse en éstos es un impedimento latente para la conformación de públicos no predispuestos. Por tanto cabría bien exaltar lo ya dicho, puesto que las visitas museográficas bien podrían ser definidas por este punto.

A lo anterior debe sumársele otros factores para que esta renuencia colectiva contra el arte contemporáneo esté latente, por ejemplo la subjetiva concepción de lo que debe de ser arte hoy día y la ambigüedad que se maneja de esto mismo.

Actualmente, debe de reconocerse la labor que las instituciones museográficas de arte contemporáneo llevan a cabo, puesto que se enfrentan a un público mayoritariamente teledirigido, globalizado y con poca predisposición a enfrentarse a la plástica de su tiempo, aunado a ello éstos tienen irremediablemente que enfrentarse con la era digital, tratando de ganar un lugar entre los diversos públicos. Conmemoremos entonces el 18 de mayo de cada año a los Museos, por su compleja labor, concientizándonos sobre el papel irrefutable que ellos  mismos juegan en nuestra realidad.

Comprendamos que por tanto, el hoy, el arte y los museos son un todo integrado que no se debe pasar por alto.



Miroslava Orozco