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Echando la vista aproximadamente 4000 años atrás, cuando la única de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo que sigue en pie se estaba levantando y los primeros papiros comenzaban a ser pintados, un cuerpo irrumpió en los dominios de Shu, dios egipcio del aíre y encargado de separar el cielo (Nut) de la tierra (Geb). Un cuerpo que venía de los dominios de Nut y quería acceder a los de Geb.


Un cuerpo extraño. Un cuerpo celeste y sideral. Un asteroide sin nombre –quizás con él y nunca lo sabremos– decidió aterrizar en un nuevo planeta, en un nuevo hogar. Shu, le dejó pasar y quizás como regalo etéreo hacia Geb, lo convirtió en una lluvia de fulgentes meteoritos.


Un rocío estrellado que acaeció sobre Chaco Austral (Argentina). Una lluvia de cuerpos sideritos que [re]nacieron y fueron [¿re?]nombrados: Campo del Cielo. Y, volviendo al más inmediato pasado, por cuestiones del más inopinado azar, uno de aquellos testamentos cenizos de lo que un día fue un asteroide llegó a manos de Mikha-ez, y se convirtió en el alma de su nueva obsesión artística: Campo del Cielo.


Este pequeño meteorito que no supera los 63 cm2 nos llega como testigo de su historia y Mikha-ez quiere comprender y explorar todo mínimo detalle que este pueda ofrecerle.


Desde que conozco a Mikha-ez me ha fascinado la delicadeza con la que a través de medios tan industriales y sintéticos trabaja conceptos y temas tan propios y esenciales de la naturaleza, cuyo ser y razón escapa del entendimiento humano, al menos en su totalidad. Él sabe cómo mimar la condición de algo orgánico y, sin que pierda su ser, reinterpretarlo y presentarlo en los más fríos polimetilmetacrilatos y vinilos poliméricos o imprimirlo en fabriles plotters. Delicadeza que siempre me recordará a Olafur Eliasson, al igual que el interés compartido por ambos por la ciencia y la vuelta de página a nuestra manera de observar la realidad.


La realidad de un meteorito llegado de la sublimidad del espacio. De un meteorito que bien, como imagina el propio artista podría haber sido el asteroide B 612 de El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, o quizás uno de los metales que intentó utilizar José Arcadio Buendía en su intento de fabricación de la piedra filosofal en Cien Años de Soledad, o una de las estrellas que escucharon atentas los cuentos de Scheherezade durante esas Mil y una noches.


La realidad de un cuerpo que ha abandonado su hábitat y que ahora –y desde hace más de 4000 años– vive en nuestro entorno, el cual es ya su hogar. Mikha-ez, que quiere escuchar todo lo que este fragmento siderito lleno de recuerdos y ecos de historia pueda contarle, decide darle voz y ponerlo a dialogar.


Diálogos sonoros de un meteorito con otros materiales es una colaboración de Mikha-ez y Crisne en la que ponen al meteorito Campo del cielo a conversar con 16 distintos materiales de nuestro hábitat físico.


Una pieza sonora en la que captan los sonidos producidos por la fricción entre cada uno de los materiales y la superficie del meteorito. Un diálogo entre este cuerpo espacial y los diferentes cuerpos terrestres que lo rodean.
Ya en 1952 John Cage había dispuesto 4 minutos y 33 segundos a su público a escuchar y dialogar con todo el entorno que le rodeaba, a escuchar el silencio. Diez años más tarde, en 0’00’’ mostró la musicalidad de cualquier entorno doméstico, preparando y cortando verduras para introducirlas en una licuadora y luego beberse el zumo. El público casi pudo escuchar los sonidos de su tráquea al ingerir el líquido. Una forma de mostrar cómo “no solo la música es hermosa, sino la música que tiene vida en sí misma”.


Una musicalidad natural que nos puede llegar a sorprender. Porque, ¿cómo reacciona un meteorito en un medio hostil y nuevo para su corpus, para su esencia cósmica? ¿Qué nos puede llegar a contar? ¿Qué experiencia estética puede transmitirnos?
Mikha-ez y Crisne comparten con nosotros un diálogo del contacto de este ente celeste con materiales de diferentes naturalezas. Por un lado con los primeros materiales de los que se vio rodeado, los más orgánicos y puros, como la madera o el hielo. Por otro, con aquellos en los que quizás se vea más reflejado, al compartir con ellos su carácter metálico, como el bronce, el oro o el acero. Finalmente, tocado por la mano del hombre, el meteorito se ve rozado por elementos manufacturados y producidos por este –además de fieles compañeros de Mikha-ez en otros de sus proyectos–, como el polimetilmetacrilato o el papel.


Y ahora, dispuestos a escuchar, a detenernos y percibir esta pieza sonora. ¿Qué podemos esperarnos de un diálogo entre un cuerpo venido del cielo con uno innato terrestre? ¿Y con ese metacrilato de metilo polimerizado de una naturaleza tan industrial, ajena y extraña al meteorito? ¿No nos deparará una discrepante cacofonía?


Pero, ¿quién sabe? Con el don de Midas que tiene Mikha-ez de volver delicado todo lo que toca, puedo esperarme una dulce y apacible armonía de fricciones agudas y graves que nos cuenten cómo convive y reacciona Campo del Cielo con todo lo natural y artificial que le rodea en su nuevo hogar.

Laura Jiménez Izquierdo

Junio 2017

Diálogos sonoros de un meteorito con otros materiales.

MIKHA-EZ & CRISNE

 

INTROITO DE LAURA JIMÉNEZ IZQUIERDO

*Diálogos sonoros de un meteorito con otros materiales forma parte del proyecto artístico Campo del cielo. La pieza sonora ha sido presentada de momento en Oficina de Proyectos (Gijón), 3k-art (Madrid) y Anti Mini Pro Biennale (Venecia).

 

La pieza junto al texto fueron presentados de la mano de 3k-art en Luis Vélez de Guevara 3, 3B en Madrid una calurosa tarde del 16 de junio de 2017.

Con la colaboración de:

Biografías:

 

Mikha-ez  Gijón, 1991


Artista y Personal Investigador en Formación (PIF) con Contrato Predoctoral (FPU) del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de España en el Departamento de Historia del Arte - Bellas Artes de la Universidad de Salamanca. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca (2009-2014) y Máster en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Complutense de Madrid (2014-2015).


Miembro del proyecto de investigación financiado por programa competitivo del Ministerio de Ciencia e Innovación El acceso femenino a la sociedad del conocimiento en España (HAR2014-58342-R); miembro del Instituto Universitario de Investigación en Arte y Tecnología de la Animación (ATA) de la Universidad de Salamanca; fundador y director editorial de la revista SIE7E crítica + humor + arte (2012-2015).


Actualmente su línea de investigación se centra en las identidades corporales intergénero a través de la experiencia perceptible y afectiva devenida de la obra de arte contemporánea. Son objeto de su estudio artistas como James Turrell, Olafur Eliasson, Ernesto Neto, Cristina Iglesias, Do Ho Suh y Kimsooja.


Ha realizado estancias de investigación en el Museo Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), el Hamburguer Bahnhof – Museum für Gegenwart (Berlín) o la Fundación Montenmedio NMAC (Vejer de la Frontera).


Como artista ha realizado proyectos en W H. Verbier (Suiza), Salle d’Exposition Port de Monaco (Principado de Mónaco), Residencia de artistas Il Forno (Venecia) Swab Programa MYFAF (Barcelona), Galería Artetrece, Galería Materna Y Herencia, Galería Brita Prinz, Feria de Arte Contemporáneo Art Madrid, Room Art Fair, CRUCE arte y pensamiento contemporáneo (Madrid), Centro de Arte Domus Artium 2002, Galería Adora Calvo, Sala Unamuno, Espacio de Arte Experimental, Sala el Cielo de Salamanca, La Salina (Salamanca), Museo Barjola, Oficina de Proyectos, Laboral Centro de Arte y Creación Industrial (Gijón), Espacio_E (León), IKAS-ART (Bilbao), Pliegue III (Tenerife), Donostiarteam (San Sebastián). Su obra forma parte de las colecciones particulares de Borja Thyssen, Pedro Sandoval, Hugo Fontela y Concha Sáez, y está presente en instituciones como la Fundación Newcastle (Murcia), Ayuntamiento de Salamanca, Universidad de Salamanca, Filmoteca de Castilla y León, Fundación la Gaceta (Salamanca).

sitio web


Crisne  Álava, 1992


Escritor y Graduado en Geología por la Universidad de Salamanca. Su Trabajo Final de Grado (TFG) consistió en el estudio mediante análisis visual (metodología no destructiva) de las peanas utilizadas en las esculturas crisoelefantinas de la Casa Lis de Salamanca con el fin de su correcto reetiquetado.


Su línea de investigación se centra en la restauración, diagnóstico y conservación del patriomonio cultural.
Ha participado, junto a la Dra. Lola Pereira, D. Hamida y Pedro Pérez Castro, en el 35th International Geological Congress de Cape Town, en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), con el póster Art museums: a perfect context for outreach activities on stones.
Es coordinador de eventos de la Asociación juvenil Valhalla de Ciudad Rodrigo.

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