Creo que ya tengo edad para ser hombre

En la última (en varios sentidos) edición de la Feria de Arte Contemporáneo de Arévalo hubo una obra que, en algunos aspectos al menos, era diferente del resto; hablamos de la instalación del colectivo Aperos y Viandas Contemporary Art (1) que lleva por título “Creo que ya tengo edad para ser hombre”. Una de las peculiaridades de este grupo es el anonimato de sus componentes; no sabemos quienes ni cuantos lo forman, únicamente conocemos que proceden de algún lugar de Castilla, en sus propias palabras. Esto no es nuevo en el mundo del arte (recordemos, por ejemplo, a las Guerrilla girls), aunque tampoco es tan habitual, quizá en el panorama de la música popular contemporánea sea algo más común: ahí están Daft Punk, Slipknot o the Residents, entre otros.

Otra cosa que llama la atención de este colectivo es su nombre: Aperos y Viandas Contemporary Art, se trata de un oxímoron, es decir, la unión de dos términos que, juntos, forman un tercero, en este caso un hibrido entre la tradición más recalcitrante y la vanguardia militante. El nombre (y las obras) es una manera de poner de relieve la situación del mundo artístico en muchos lugares de este país: la conjunción imposible de flamantes museos de nueva construcción con las salas de Ayuntamientos, Diputaciones y Cajas de ahorros (cuando estas existían, antes de mutar en bancos), lugares en los que normalmente expone cualquiera, sin ningún criterio y a veces en unas condiciones deplorables. 

El título de la pieza tampoco tiene desperdicio (“Creo que ya tengo edad para ser hombre”), y es que ya desde aquí se ve que es una creación específica para este lugar y para este momento; es una referencia clara a la XVIII edición de la muestra de arte sacro, que lleva por título “Credo” y que se celebra en el mismo Arévalo. Parece (a los hechos nos remitimos) que en 2013 no hay sitio en esta localidad para otra cosa que no sean “Las Edades del Hombre”, algo que, junto con la excusa de la crisis económica, ha servido para acabar con todo; se han suprimido sus dos tradicionales Ferias: la de muestras (2) y la de antigüedades (aunque esta última ya dejo de celebrarse el año pasado), la de arte contemporáneo de momento se libra, aunque con las zancadillas que se encuentra en el camino no sabemos cuánto tiempo podremos sostener esta afirmación.

La obra está formada por un conjunto heterogéneo de objetos, dispuestos todos ellos de manera no tan aleatoria como podría parecer a simple vista, una suerte de ready- made programado a modo de mapa conceptual. La obra tiene el carácter invasivo (aunque más recatado) del espacio que tienen las instalaciones de Jason Rhoades o Thomas Hirschhorn, también se la puede relacionar con las de Paul McCarthy, por su combinación de lo grotesco con lo popular, aunque en el caso que nos ocupa la única escatología a la vista es la religiosa (3). Entre los objetos encontramos los siguientes: varillas para colgar cuadros, catálogos de arte contemporáneo, láminas de paisajes encontradas en la basura, un relieve que representa la última cena, una señal de metal en la que se lee: “prohibido tirar basura y escombro”, una copia de un “San Francisco” de Zurbarán, puntos rojos adhesivos, plantas de plástico, papeles y basura en general...

No es esta la primera vez que se crea una obra específica para esta Feria, en la VI edición, celebrada en el año 2010, la artista Amaya Bombín estuvo presente a través de la Galería Columpio de Madrid con la composición “Urbi et Orbi”, que consistía en diez dibujos de textos de sms's sobre papel hecho a mano colocados en forma de cruz. Uno de esos dibujos, el principal de la composición, estaba recién bendecido por el Papa Benedicto XVI.

La tasación de la obra de Aperos y Viandas (1.000.000 €) simboliza la cantidad que la Junta de Castilla y León ha destinado a la organización de “Las Edades del Hombre” en Arévalo (4), “mientras que a otras iniciativas culturales no se las otorga ni un solo euro” (5). Quede claro que no estamos en contra de que el gobierno regional aporte tan magno presupuesto a un evento cultural, lo que no nos parece correcto es la desigualdad en el reparto de las ayudas; para la Feria de Arte Contemporáneo de Arévalo de este 2013 hemos recibido la cesión de un proyector durante los días de la muestra, algo que agradecemos enormemente, aunque seguimos sin entender los criterios para dar una y otra ayuda de manera tan poco equitativa. Suponemos que el número de obras presentes no ha sido relevante en este aspecto: “Las Edades...” cuenta con 92 (6) (casi todas de autores ya fallecidos, de España y Portugal), la Feria expuso 120 (7) (todas de autores vivos, la mayoría emergentes y aún no consagrados de Argentina, Colombia, Perú, México, Chile, República Dominicana, Taiwán, Polonia, Luxemburgo, Italia y Reino Unido además de España. Unos artistas que además tienen la mala costumbre de comer, pagar hipoteca, etc...).

Hemos dicho anteriormente que “Las Edades...” es un evento cultural, y sin ser falso no es del todo cierto; la desorbitada cantidad mencionada (además del dinero dado por otras instituciones), está sirviendo para arreglar las calles y plazas de la localidad, muy loable tarea, pero ¿alguna partida se va a destinar directamente al sector cultural? De momento solo sabemos que el Ayuntamiento “elaborará un completo programa cultural paralelo y complementario a la exposición” (8) del que hoy lo desconocemos todo. Y es que no hace falta ser muy listo para darse cuenta de que para el Ayuntamiento de Arévalo “Las Edades...” suponen un negocio puro y duro; una maniobra para conseguir financiación y turistas, aunque la utilización es reciproca, la Fundación Edades del Hombre se ha quedado sin capitales de provincia castellanoleonesas en las que mostrar su patrimonio y tienen que recurrir a otras localidades más pequeñas. Si continúa esta deriva en unos años veremos nuevas ediciones de “Las Edades...” en (los cada vez más) pueblos deshabitados de Castilla y León.

Leemos en la prensa que “el Ayuntamiento de Arévalo asumirá los gastos de seguridad, mantenimiento y limpieza de las sedes de la muestra, pondrá a disposición de la Fundación una vivienda y cederá la Casa de lo Sexmos” (9). Esperamos que, con este último espacio, la Fundación Edades del Hombre tenga más suerte de la que tuvo la Feria de Arte Contemporáneo de Arévalo, ya que en la pasada edición (2012), se celebraba en ese lugar (entonces Museo de Historia de Arévalo, ahora centro de recepción de visitantes para las Edades, desconocemos si se ha desmantelado definitivamente el Museo o solo temporalmente) la exposición “¿Pintura? ¡Pintura!”, actividad paralela a la Feria, en los últimos días de exposición la sala fue cerrada por el Ayuntamiento de manera unilateral y sin previo aviso debido a la finalización del contrato del responsable del Museo, el siempre eficiente David Martín. La organización de la Feria aun está esperando que la corporación municipal lo comunique oficialmente, no queremos ni siquiera hacernos ilusiones con unas disculpas o una explicación.

Ahora que parece que Arévalo rezuma cultura por los cuatro costados, por si fuera poco el caso recién relatado, tenemos muchos más que demuestran lo contrario: no se ha aprendido nada del brutal derribo del Palacio Real en los años 70, de la casa en la que nació el poeta Eulogio Florentino Sanz (ambos en la propia plaza del Ayuntamiento: la llamada “del Real”, para más Inri) solo queda la ruinosa fachada (eso sí, con una bonita verja blanca delante que intenta tapar la espeluznante visión), el colegio de los Jesuitas lleva años cayéndose, no existe ni una sola sala con programación estable de exposiciones (en las que además clavar una punta es delito, aquí se cuelga con las terroríficas varillas), la Bienal de Arévalo desapareció por la desidia de las instituciones, etc. Hay dinero, esfuerzos y apoyos para construir una plaza de toros (aquí ni siquiera llegamos al panem et circenses, nos conformamos con el circo únicamente) y para instalar un moderno sistema de contenedores para basuras, pero no para cultura (no, los toros no son cultura, y si algunos creen que lo es clavar banderillas y una espada a un animal hasta que muere, deberían situar al colectivo artístico mexicano SEMEFO (10) a la altura de Manolete por lo menos).

Desde nuestro humilde punto de vista el Ayuntamiento de Arévalo debería haber destinado parte de los fondos recibidos para tener un centro cultural decente, pero ¿para qué?, si se realiza una exposición importante (11) acompañada de una conferencia del director del Reina Sofía (entonces Juan Manuel Bonet), entre otras, algunos iluminados se quejan de que sale muy caro, y además: total, para que luego cajas y cajas de catálogos de la muestra se abandonen en los sótanos municipales. Otros hemos sido lo suficientemente incautos como para también dar una conferencia (esta no fue nada, nada cara), y ni tan siquiera han sabido hacernos un certificado de la misma correctamente.

Por otro lado, creemos que para la propia Fundación Edades del Hombre esta exposición es algo más que cultura: es una operación de marketing, lo cual no nos parece mal, todo el mundo tiene derecho a publicitarse, pero hagamos el favor de llamar a las cosas por su nombre: creemos fuera de lugar la elaboración de un vino marca “Las Edades del Hombre” (12), y es que nos resulta chocante ver al sacerdote Gonzalo Jiménez haciendo negocio con la sangre de Cristo. Por no hablar de lo que nos parece que el Ayuntamiento de la localidad pida voluntarios para una exposición ultrasubvencionada y que cobra entrada (13). Durante el periodo que dure la muestra posiblemente se darán situaciones paradójicas como la siguiente; un vecino de Palacios de Goda (una pequeña localidad cercana a Arévalo) que pague la entrada de la muestra “Credo” para poder ver, entre otras piezas, el “Cristo de Gracia” (siglo XIV) (14) de la Iglesia de su propio pueblo, es decir, pagar por lo mismo que puede ver gratis cuando participa de la misa dominical y encima tener que trasladarse para hacerlo.

La Iglesia, en algunos aspectos, vive aún en el siglo XVII (tampoco nos parece mal, y más teniendo en cuenta lo neo-barrocos que son estos tiempos) (15), la era de la supremacía de lo sensorial como medio para cautivar al espectador, la época en la que se luchaba contra la reforma protestante mediante la imagen-propaganda. Y sin dejar de hablar de cosas barrocas, creemos que, en los últimos meses, Arévalo se está convirtiendo en un lugar muy barroco: basta ver cómo se han arreglado las plazas (del Arrabal, del Real) las calles y las iglesias, pero solo algunas; a escasos metros de la plaza del Arrabal se encuentra la casa conocida como “de los caballeros de los Altamirano (...) en la esquina formada por las calles larga y paraíso” (16), con un balcón angular más que interesante. Esta casa fue edificada “posiblemente en la primera mitad del siglo XVI” (17) y desde hace años se encuentra en estado ruinoso, pero claro, estas angostas y encantadas calles quedan fuera del recorrido de “Las Edades...”. En la mencionada plaza del Arrabal se han soterrado las basuras además de otras mejoras patentes a la vista, aunque lo que esté detrás sea pasto de la decadencia, como si del escenario de cartón-piedra de un spaghetti western se tratara. 

En el fondo (o quizás no tanto), todo esto es un ejemplo más del desprecio que por estas tierras se le da a la creación artística en general, y a la actual en particular, en todas sus variantes. En la Castilla profunda (nunca se ha ido, no seamos ingenuos) no son capaces de entender que el arte contemporáneo puede generar turismo, publicidad (18) y riqueza, además de cultura, of course. Basta un solo dato: la Feria ARCOMadrid recibe en cada edición entre 150.000 y 200.000 visitantes (la mayoría pagando entradas con precios que rondan los 30€), pues bien; todos los habitantes censados en la provincia de Ávila (de Segovia, de Soria, de Palencia o de Zamora) no llegan a la segunda cifra. Aquí se pone todo el cochinillo en el asador para una muestra que durará unos meses y, tal como ha venido, se irá. Ya hemos apuntado al comienzo del texto que se están cargando todas y cada una de las Ferias de la localidad, por muchas cosas buenas (empleo, turismo) que genere “Credo” (lo está haciendo, es cierto) creemos que es necesario mantener algo capaz de generar lo mismo, pero todos los años, mirar a largo plazo por una vez. En 2011 la Feria de Arte Contemporáneo de Arévalo fue la única de todo Castilla y León ¿por qué no se aprovechó esa oportunidad?.

Alguien podría añadir que en algunas ediciones de “Las Edades...” se ha incluido arte contemporáneo, cierto, aunque en nuestra opinión no pasa de ser algo anecdótico, y preferimos que continúe siendo así, al menos mientras el ilustre Gonzalo Jiménez sea secretario general de la Fundación Edades del Hombre, ya que, en su etapa al frente de la desaparecida Obra Social de Caja de Ávila, ha dado sobradas muestras de desconocimiento del arte de los siglos XX y XXI (19), confiamos en que en cuestiones teológicas sea capaz de desenvolverse con mayor soltura.

Juan Gil Segovia y Clara Isabel Arribas Cerezo