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Cuando lo que nos resulta sospechosamente habitual no debería serlo hacemos por asimilarlo como un mal menor sobrevenido de nuestro tiempo, aceptando la deriva absurda y en ocasiones esperpéntica de muchas de las situaciones y actuaciones contemporáneas.

 

Una deriva absurda, pretende reunir algunos de los proyectos fotográficos del artista Bernat Ivars (Denia, 1981), en cuyo trasfondo se encuentra un hilo conductor que busca hacernos entrar  en consciencia, enfrentándonos a imágenes extrañamente normales que quizás no deberían serlo. Choques visuales delicadamente articulados, bofetadas controladas de aparente realidad, donde se nos plantean reflexiones críticas acerca de los excesos de nuestra sociedad.

 

De lo absurdo de serrar el bosque para acabar sembrando más plantas. De una naturaleza sumisa y controlada por la ciudad. De una artificialidad que acaba destruyendo el entorno, la Tierra. De una flora que acaba cumpliendo una función social puramente estética. De todo eso y más nos habla la serie Plastiquete.

 

 

Una deriva absurda.

BERNAT IVARS

COMISARIADO DE CARLOS MOZAS Y LAURA JIMÉNEZ

Una muy pequeña ucronía, por su lado, reflexiona sobre esa posible realidad de unos monumentos emblemáticos, que acaban soportando el peso de la propaganda de los líderes del consumo masivo cultural, siendo eclipsados por ellos. Sobre esa realidad alternativa, y quizás próxima, en la que esa consonancia entre monumento y publicidad consumista puedan pasar a formar conjuntamente parte de nuestra cultura popular. Al igual que Target, donde las portadas de espacios sagrados y distintivo de aura de respeto son invadidos por escaparates de consumo. Donde la industria cultural es dominada por un sistema capital globalizado.

Para finalizar, Bernat se pregunta ¿Cómo Almacenar 90.000 Patitos de Goma con un presupuesto de 90 Millones de Euros?. Y es que, como buen ciudadano, decide dar a infraestructuras públicas inutilizables debido a una mala gestión una función coherente con su naturaleza y acorde a su presupuesto. Una solución tan válida como la función de escultura inaccesible que cumplen ahora mismo estas instalaciones y estructuras pagadas por todos.

 

Son imágenes donde el urbanismo en simbiosis crítica con la naturaleza articula un decorado donde poner en tela de juicio los límites de nuestras actuaciones de una forma irónica. Donde la naturaleza queda controlada por la arquitectura, y la arquitectura por el poder de quien paga, concluyendo en una cadena aparente de sin sentidos, no tan lejanos a la realidad,  a la que Ivars quiere responder con la misma moneda, pero cargada de sarcasmo.

 

Así que, puestos a ser sarcásticos, ¿por qué no dar utilidad a millones de euros derrochados con millones de patitos de goma?

 

3k-art

26 Abril 2016

Biografía:

 

Licenciado en Arquitectura y habiendo cursado Diseño en la universidad de Valencia, Bernat Ivars (Denia, 1981) ostenta un número importante de premios y becas, entre las que destacan la catalogación en la IV Convocatoria de ARQUIA/PROXIMA, el premio Valencia Crea, finalista español en FIART o la beca Argo en Ámsterdam. Profesionalmente ha dirigido sus estudios a la reactivación del solar cultural El solar Corona, diferentes encuentros y proyectos multidisciplinares colectivos de artistas o arquitectos etc.

 

Adueñándose de la regla no escrita de “la comedia es tragedia más tiempo”, las obras de Ivars nos sitúan en una reflexión crítica acerca de uno de los grandes males de nuestro tiempo –la invasión, por nosotros autorizada, del consumo masivo- a la vez que nos interroga por la relatividad de las cosas, puesto que aquello que hoy está vedado, días después puede que sea aplaudido.

El epicentro de la obra del artista es la reacción del espectador ante estas hipótesis, esos choques visuales y morales del fruto de un monumento intocable, heredero de la tradición más querida, con propaganda publicitaria. El monumento emblemático, siempre querido y loado, mancillado por el sarcasmo. Edificios inviolables, que han ganado la etiqueta de intocables, se ven acorralados por la dialéctica gamberra de Ivars.

 

A través de ese lenguaje sibilino e incisivo, el autor nos muestra posibilidades reales, ficticias, queridas, temidas o tal vez necesarias, detector de los excesos de nuestra sociedad, de sus equívocos y de nuestra sonrojante permisividad.

Exposición física en:

Sala de Exposiciones La Trasera, Facultad de Bellas Artes, Universidad Complutense de Madrid.

Del 26 de abril al 6 de mayo. 

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